“MI MEJOR ENEMIGA”

Cuando la conocí solo tenía 16 años, fuimos presentados en una fiesta por un tío que decía ser mi amigo. Fue amor a primera vista, ella me enloquecía,
nuestro amor llegó aun punto que ya no conseguía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido, mis padres no la aceptaron.
Fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos a escondidas, pero ay no me aguate más, me volvió loco, yo la quería, pero no la tenía, no podía permitir que me apartaran de ella, yo la amaba: destroce el coche, rompí todo dentro de casa y casi mate a mi hermana, estaba loco, ¡La necesitaba!
Hoy tengo 39 años, estoy internado en un hospital soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres, amigos y por ella.

Su nombre; la cocaína.
A ella de debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte.

Este es uno de los muchos relatos de aquellas personas que por diversas circunstancias de la vida se han visto involucradas y perjudicadas por el consumo de drogas.

En la actualidad, Villena es un municipio, el cual tienes unos rasgos peculiares que posibilitan o hacen más fácil que los jóvenes sobre todo los que se encuentran entre una edad comprendida de 14 a 25 años, tengan una serie de distorsiones en sus conductas que favorecen sobre todo al consumo de drogas, ya que podemos considerarlo como la diversión de esta generación. Debido a que en Villena no se disponen de los medios suficientes o necesarios para cubrir un mínimo de ocio entre los más jóvenes, estos están más predispuestos al consumo de drogas como la marihuana. Fuertemente influenciados por personas que a parte de tener una ignorancia infinita hacen que los mas jóvenes se abalancen al consumo de estas drogas como si de una moda o diversión se tratara, lo que provoca una dependencia de jóvenes que apenas han cumplido los 18 años de edad. Esto es un dato preocupante porque este tipo de drogas a los ojos de los que la consumen no suponen un riesgo, pero a largo plazo queda demostrado que el consumo abusivo de estas puede causar graves problemas. Esta claro que el fin no justifica los medios, pero si ellos niños que forman una sociedad que ve el consumo de drogas blandas como algo normal tuviera un mínimo de distracciones vinculadas al ocio, tal vez el consumo de drogas disminuiría ya que los jóvenes se darían cuenta que el consumo de las drogas no es una forma de pasarlo bien sino un riesgo grave para la salud.

Artículo de: Andrea Forte Pérez 1º de Bachillerato

IES Hermanos Amorós